lunes, 23 de marzo de 2015

Away.

La rutina se convierte en una cuerda que te ahoga, y la huida en la única solución que encuentras. Huir lejos, tanto físicamente como mentalmente, necesario como el agua. Te obcecas en que todo lo que te rodea son problemas, que un granito de arena ahora es una montaña, la cual se empieza a desmoronar encima de ti. Y temes. Vuelve el miedo a todo, incluso a ti misma. ¿Qué haces? Huir.
Yo sabía lo que era tenerle sin perderle, pero después de todo quema verle en otras manos, de una forma distante, que cada vez duele más.
Pero ya me dirás tú que haces para mantener esa cuerda que necesita dos manos que la sostengan, mientras solo lo hace una. Acaba cayendo. Y no quiero que esto, algo que tanto me importa (que tanto me importas), se caiga.
'Cause I need u by my side, pero yo no puedo sola.

He rechazado muchas oportunidades por el simple hecho de tener miedo y esperanza. Ambas cosas malas en exceso, pilares de la típica coraza. Pero me di cuenta que no se trataba de darle esa oportunidad a nadie que no fuese yo misma. Mi oportunidad. Para huir, pero no sola. Para irme lejos, susurrando "take me away" que pide a gritos compañía. Y quién sabe si esta compañía es la adecuada, o no... pero es la que decido (¡hasta que se demuestre lo contrario!).
Que, como quien no quiere la cosa, te has convertido en mis Jueves. En algún que otro Lunes y fin de semana. Y es que sabiéndolo, la semana se hace más amena. Me coges de la mano y recorremos Barcelona como si nos la fuesen a robar. Pero es nuestra. Ahora es nuestra y no nos tenemos que preocupar.

"A veces uno tiene que alejarse para verlo todo."